¿Qué características, usos y precios tenemos para las impresoras 3D? No cabe duda de que estamos ante uno de los productos “de los que todo el mundo habla”. Y que están revolucionando el mundo del diseño gráfico.
Con estas máquinas de impresión podemos crear desde ropa hasta casas, ¡no existen los límites! Puedes comprarlas o construirlas tú mismo teniendo todo el hardware necesario (además de la paciencia). ¿Quieres conocer en profundidad el mundo de las impresoras 3D?
En estas impresoras 3D encontramos lo último en tecnología de impresión y diseño. Una técnica que es utilizada para el modelado 3D y que es la tecnología de superposición de capas, que te permite conseguir unos resultados tan realistas como los impresos.
Con el uso de estas impresoras podrás crear un objeto en 3D con el que podrás construir desde piezas más pequeñas hasta piezas más grandes, que podrás unir para hacer una prenda de ropa (por ejemplo). Estas capas se pueden configurar para que sean impresas en base a una determinada precisión o velocidad.
En cuanto a la conectividad encontramos fundamentalmente puertos USB, para recibir datos desde el PC u otros dispositivos. También hay que decir, que son especialmente voluminosas y lentas en estos momentos, pero se espera que mejoren con el paso de los años, ya que todavía es un producto nuevo.
Las impresoras 3D se utilizan para hacer copias de objetos o nuevos modelados 3D en el campo del diseño gráfico, diseño industrial e ingeniería.
Aunque sus usos se están extendiendo hacia todo tipo de prácticas, como en el campo de la medicina, también empezamos a ver carteles publicitarios fabricados con esta tecnología y todo tipo de publicidad. ¿A quién no le gusta tener un diseño impreso único?
Los usos de las impresoras 3D van desde prótesis, ropa o comida hasta casas. Están consiguiendo revolucionar el mercado, y eso que todavía “no lo hemos visto todo”.
Los precios de las impresoras 3D son altos, aunque también las encontramos a precios muy económicos. En algunas tiendas online las hemos visto desde 150 euros y no están nada mal.
Aunque una profesional ya ronda los 1.000 – 2.000 euros de media aproximadamente.
No obstante, como te sale más barata, es haciéndola tú mismo en casa. Es algo tedioso, pero se estima que por 60 euros se puede construir una impresora 3D básica para uso doméstico.
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